El Museo de El Prado reúne gran parte de la producción conocida de Georges de La Tour, uno de los grandes genios del barroco. Olvidado durante casi tres siglos, muchos de sus cuadros se perdieron y los pocos que había en los museos fueron atribuidos a otros pintores. Su nombre se recuperó a comienzos del siglo pasado y no ha parado de crecer desde entonces
Por Álex Vicente
1593
Vic-sur-Seille
Georges de La Tour nace en Vic-sur-Seille en el seno de una familia de artesanos y pequeños propietarios. Es el segundo de siete hermanos. Vic es una población próspera gracias a la explotación de salinas y con una rica vida intelectual. Un bastión católico en medio de una región protestante
1610
Vic-sur-Seille
Se desconocen los detalles de su formación y si fue o no a Italia, como hicieron otros artistas loreneses. Compone sus obras más realistas que retratan a los personajes de su Lorena natal: gente humilde, pícaros y tahúres
1620
Lunéville
En 1620, con 27 años, se instala en Lunéville, residencia de la familia de su mujer, Diane le Nerf, una “muchacha de noble condición”. Pudo realizar en estos años su primer viaje a París
1625-1630
Lunéville
La Tour vive años de prosperidad. Acumula bienes y toma aprendices. El duque de Lorena aprecia su trabajo y le compra dos obras. El uso del pincel va siendo cada vez más sofisticado. Su familia aumenta, tendrá 10 hijos, uno de los cuales, Étienne, seguirá su pasos
1630
Lunéville
La Tour firma sus pinturas diurnas más célebres que evidencian un arte perfectamente dominado
1631-1635
Lunéville
La vida en Lorena se llena de calamidades. El Ducado se hunde por el conflicto que le enfrenta a Francia y en medio de una epidemia de peste que durará siete años. Una serie de malas cosechas causa hambruna. Tres cuartas parte de la población muere. Le Tour se pone al lado del rey de Francia
1636
Lunéville
Mientras Lorena se derrumba, Le Tour, que se ha colocado del lado de los vencedores goza ya de gran fama como pintor. Sus obras se citan en la colección de Luis XIII, rey de Francia, y del cardenal Richelieu. Su producción se compone mayoritariamente de pinturas nocturnas
1638
París
Le Tour, prevenido por el gobernador, abandona Lunéville, que es saqueada y arrasada por las tropas francesas. Su taller, así como parte de su trabajo, queda destruido. Gran parte de su pintura desaparece. Se traslada primero a Nancy y luego a París. Luis XIII le concede el privilegio de ser su “pintor ordinario residente en el Louvre”
1643
Lunéville
Le Tour vuelve a una Lorena arrasada y se niega a pagar impuestos. Es el decenio de sus más más bellos y célebres nocturnos. La serie de las Magdalenas, su tema más representado, inaugura este periodo marcado por el triunfo de una aparente simplicidad en las composiciones
1645
Lunéville
El pintor colabora con su hijo Étienne. Algunas de las obras fechadas de esta época parecen realizadas en el taller del pintor bajo su supervisión. Un procedimiento comercial bastante extendido. Étienne abandonará luego la profesión por el cargo de teniente general
1648
Lunéville
Varios documentos dejan vislumbrar una personalidad impaciente y a veces irascible. En dos ocasiones es condenado por violencia a raíz de altercados
1652
Lunéville
Le Tour muere víctima de una enfermedad contagiosa ocho días después de su esposa, Diana, víctima de la misma epidemia. Después de su muerte su fama se adormece hasta casi desaparecer
1915
Un artículo del especialista alemán en arte Hermann Voss en una revista especializada rescata a La Tour para la historia de la pintura casi tres siglos después de su muerte. Poco años antes su firma había sido descubierta en varias obras del museo de Nantes. Una de las obras que Voss le adjudica por comparación con los lienzos de Nantes es El recién nacido
Tras unas primeras obras con más titubeos, el artista consigue demostrar su virtuosismo con el pincel en óleos de luz fría. Es un prodigio de recursos técnicos que despliega en escenas diurnas, obras de un realismo crudo y descarnado que coinciden con el esplendor del ducado de la Lorena, su tierra natal, y con su propia prosperidad
Ver cuadrosLorena sucumbe a un apocalipsis de peste, hambrunas y guerra y el estilo de La Tour vira hacia una pintura oscura. Son escenas nocturnas, iluminadas solo por una vela la mayoría de las veces, con preferencia por los asuntos religiosos, quizás fruto de los encargos de sus clientes. La Tour va reduciendo los colores y crea figuras en penumbra, más geométricas, y en un ambiente de quietud y silencio
Ver cuadrosPor Antonio Muñoz Molina
Por Francisco Calvo Serraller
Del 23 de febrero al 12 de Junio de 2016
De lunes a sábado, de 10.00 a 20.00, y domingos o festivos, de 10.00 a 19.00
Tarifa general 14 euros; 7 euros a partir de las 18.00 (de lunes a sábado) o de las 17.00 (domingos y festivos)